jueves, 17 de enero de 2008

Ojos ausentes

Unos ojos ausentes

quedaron estáticos

en la pétrea oscuridad.

Como lapas inconscientes en su torpeza

no se movieron hacia la luz.

Pero ¡el color existe!

y también el movimiento de los barcos.

Desde cerca creí ver, en tu círculo amable,

un instante de sosiego,

me equivoqué.

El cielo limpio

y un sol de justicia disiparon

mis dudas ingenuas.

Lunes, 19 de marzo 2007