El olvido
Donde reine el recuerdo
en los estrechos campos luminosos,
donde tú toda seas
olvido de un amor erigido entre pétalos,
sobre el cual la brisa se detiene en su vigilia.
Donde tu nombre huya
del espíritu que roba momentos efímeros,
donde el amor viva.
En aquel estrecho rincón, donde el desamor,
demonio afable
descubra como espuma,
en tu pecho su tesoro,
llorando lágrimas estáticas,
mientras nace el amor.
Aquí, donde empiece esta desolación,
que da un esclavo a tu imagen,
reinando sobre esta muerte, tu muerte,
con el cielo raso de unos ojos ausentes.
Donde dichas y penas sean más que nombres,
tierra y cielo, extraños fuera del olvido
donde quede encarcelado con conciencia de mí mismo
formando con el sol, presencia
presencia inmensa como espíritu ancestral.
Aquí, aquí cerca,
donde reine el recuerdo.