domingo, 3 de febrero de 2008

El olvido

El olvido

Donde reine el recuerdo

en los estrechos campos luminosos,

donde tú toda seas

olvido de un amor erigido entre pétalos,

sobre el cual la brisa se detiene en su vigilia.

Donde tu nombre huya

del espíritu que roba momentos efímeros,

donde el amor viva.

En aquel estrecho rincón, donde el desamor,

demonio afable

descubra como espuma,

en tu pecho su tesoro,

llorando lágrimas estáticas,

mientras nace el amor.

Aquí, donde empiece esta desolación,

que da un esclavo a tu imagen,

reinando sobre esta muerte, tu muerte,

con el cielo raso de unos ojos ausentes.

Donde dichas y penas sean más que nombres,

tierra y cielo, extraños fuera del olvido

donde quede encarcelado con conciencia de mí mismo

formando con el sol, presencia

presencia inmensa como espíritu ancestral.

Aquí, aquí cerca,

donde reine el recuerdo.