lunes, 24 de noviembre de 2008

En el olvido

Hoy la repetición más constante
desde el fondo del salón,
llegó a mis oídos
de forma prevista.

domingo, 11 de mayo de 2008

Los vimos embarcar con la cara sedienta
con el corazón ambicioso y frenéticos.
Venían a por el oro,
pasaron por el monte de orégano:
Torpes, el brilló os cegó,
dejasteis pasar los olores inconfundibles.
Venid, aquí os esperamos.
¿Pensáis que sois los primeros?
Antes que vuestros cuerpos se corrompan
el alma arde en el infierno.
Qué viaje ciego por el agua,
qué tropiezo en el verde,
que aquí os trae,
rendidos al poder del brillo.
Ilusiones vanas
El fuego purificará vuestra ambición.

jueves, 8 de mayo de 2008

La nueva era

La nueva era, a los pies del castillo, señor de la ruina venidera y de la fututra es hoy apenas
unas piedras semienterradas, por donde libre corre el viento, sin aventar trigo ni centeno.Oh témpora.

miércoles, 9 de abril de 2008

El humo de la cocina


La elaboración de materiales curriculares no tiene nada que ver con la difusión de los programas en los sistemas soviéticos.El principal cometido es, digamoslo en pocas palabras, la publicación de los decretos que regulan el sosiego y provocan la anarquía.

sábado, 22 de marzo de 2008

Los que intentaron seguir sus pasos, se equivocaron. Los que se empecinaron se volvieron locos o fueron asesinados. Ahora, en este tiempo alejado, esperamos que los locos y asesinos vuelvan a soñar freneticamente con Eldorado.
Los que llegaron a Eldorado perdieron toda esperanza de regresar. Por fin se cegaron con el sol, justo dios supremo del cenit en su gloria. En los escritos posteriores no se habla ni de la felicidad ni de la desdicha, solo de un tiempo de sosiego y silencio

miércoles, 5 de marzo de 2008

En esta torre de Babel
la actividad inquieta se sosiega,
se adormece, hasta que plash,
la torpeza sin límites se apodera
del sosiego

domingo, 3 de febrero de 2008

El olvido

El olvido

Donde reine el recuerdo

en los estrechos campos luminosos,

donde tú toda seas

olvido de un amor erigido entre pétalos,

sobre el cual la brisa se detiene en su vigilia.

Donde tu nombre huya

del espíritu que roba momentos efímeros,

donde el amor viva.

En aquel estrecho rincón, donde el desamor,

demonio afable

descubra como espuma,

en tu pecho su tesoro,

llorando lágrimas estáticas,

mientras nace el amor.

Aquí, donde empiece esta desolación,

que da un esclavo a tu imagen,

reinando sobre esta muerte, tu muerte,

con el cielo raso de unos ojos ausentes.

Donde dichas y penas sean más que nombres,

tierra y cielo, extraños fuera del olvido

donde quede encarcelado con conciencia de mí mismo

formando con el sol, presencia

presencia inmensa como espíritu ancestral.

Aquí, aquí cerca,

donde reine el recuerdo.

jueves, 17 de enero de 2008

Ojos ausentes

Unos ojos ausentes

quedaron estáticos

en la pétrea oscuridad.

Como lapas inconscientes en su torpeza

no se movieron hacia la luz.

Pero ¡el color existe!

y también el movimiento de los barcos.

Desde cerca creí ver, en tu círculo amable,

un instante de sosiego,

me equivoqué.

El cielo limpio

y un sol de justicia disiparon

mis dudas ingenuas.

Lunes, 19 de marzo 2007